"Librar todas las cosas de la servidumbre de un fin. En las cosas encuentro yo esta seguridad bienaventurada; Que todas bailan con pies de azar".
Friederich Nietzsche

martes, 11 de enero de 2011

Lolita

Tu figura rosada te delata otra vez,
así que deja de jugar a la madurez.
Conozco mejor las fiebres del placer,
no busques verme frente al precipicio.
Aunque quiera, no me consigo desprender
del aura que se refleja en tu piel,
del cuerpo que encierra a una mujer
que espera ser la presa de mi vicio.
La tentación es mayor de lo que imaginas,
dudo entre la vergüenza y la morfina,
no sé si aceptar que eres sólo una cría
o desdramatizar el sentirme arrepentido.
Es hora de volver sueños las pesadillas,
olvidar cuán humillante ha sido la vida,
parecen volver a dilatarse mis pupilas
y está tonrándose insportable este ruido.
Que alguien detenga el maldito ajetreo,
no soporto cuando me miras sonriendo,
no me obligues de nuevo, voy a hacerlo.
Sabes, en el fondo soy como un niño.

La tierna perdición dentro de esa boquita
de nínfula vistiendo vestidos de señorita.
La más malvada de todas las niñas bonitas.

Mi sueño perverso tiene nombre de niña;


Lolita.